President Biden, Climate can’t wait. We need action now.
PRESIDENT BIDEN, HIS CABINET AND ALL MEMBERS OF CONGRESS:
Environmental justice can’t wait. Our communities on the ground can't wait. We can’t wait.
We have the chance to pass the most significant investments in climate, justice, and clean energy, ever, to deliver to frontline communities who have been fighting for climate justice for decades.
The fight for climate justice has never been more important. Communities across the country continue to struggle as climate disasters become more frequent and more destructive. Last year, we experienced devastating droughts, hurricanes, severe flooding, and destructive wildfires, with a total price tag of $145 billion. Beyond the numbers, communities are suffering and they deserve better.
Black, Brown, Asian, Hawaiian and Pacific Islander communities and Indigenous communities continue to be disproportionately impacted by climate change and face increased health burdens and death from pollution. These communities have borne the brunt of climate change, legacy pollution, and racial injustice for far too long.
That’s why we need to pass the $550 billion in investments, includes $170 billion to advance environmental justice priorities, that will deliver on climate, justice, jobs, and clean energy - especially to those communities most impacted by climate change and pollution.
We have the opportunity to create jobs and cut energy costs and curb the pollution that harms families and children. It's indispensable that these robust environmental justice investments remain a priority to ensure we deliver to communities on the frontlines of the climate crisis.
¡El clima no puede esperar! ¡Necesitamos que se tome acción ahora!
PRESIDENTE BIDEN, SU GABINETE Y TODOS LOS MIEMBROS DEL CONGRESO:
La justicia ambiental no puede esperar. Nuestras comunidades afectadas no pueden esperar. Nosotros no podemos esperar. Tenemos la oportunidad de aprobar las inversiones más significativas en cuanto al clima, la justicia y la energía limpia en la historia, para así corresponderles a las comunidades que han estado por décadas en la primera línea de la batalla por la justicia climática.
La lucha por la justicia climática nunca ha sido tan importante. Las comunidades de todo el país siguen tratando de sobrevivir a medida que los desastres climáticos se vuelven más frecuentes y más destructivos. El año pasado experimentamos inundaciones devastadoras, huracanes e incendios forestales destructivos que conllevaron un costo total de $145 mil millones. Más allá de los números, la realidad es que las comunidades están sufriendo y merecen algo mejor.
Las personas negras, latinas, asiáticas, hawaianas y de las islas del Pacífico, así como las comunidades indígenas, siguen sufriendo los efectos desproporcionados del cambio climático y se enfrentan a más dificultades de salud y muertes a raíz de la contaminación. Estas comunidades por demasiado tiempo han cargado con la peor parte del cambio climático, la contaminación legada y las injusticias raciales.
Es por estas razones por las que tenemos que aprobar los $550 mil millones en inversiones a favor del clima, la justicia, los empleos y la energía limpia; particularmente para aquellas comunidades que se ven más afectadas por el cambio climático y la contaminación.
Necesitamos un proyecto de ley que cree empleos y reduzca los costos de energía; que cree oportunidades y reduzca la contaminación que afecta a las familias y a la niñez. Es indispensable que estas inversiones significativas por la justicia ambiental se sostengan para asegurarnos que cumplamos con las comunidades que están en la primera línea de la crisis climática.
El presidente Biden debe cumplir con su promesa de tomar acciones significativas a favor del clima, la justicia y la energía limpia.
El tiempo se está acabando. Dígale al presidente Biden que siga haciendo del cambio climático y de la justicia ambiental una prioridad.